Soles de otoño y primavera
Sábado 19 de julio de 2025
Sí, claro que es el "qué". Por supuesto.
Pero también es el "cómo". Fundamentalmente cuando mucho del "qué" está hecho; pero además como un aspecto que nutre al "qué", que le habla de sí mismo.
Por eso ¿cuál es la música, el clima, los tonos, los colores… en los que se va desplegando la vida? ¿Tu vida?
¿Cómo hablamos con las personas? ¿A qué velocidad comemos, decimos, hacemos? ¿Cuál es el tiempo?
Al igual que una película que tiene una forma que contribuye de manera central a decir aquello que dice, una música, un clima, tonos, colores.
Como un jardín la vida se abre ante nosotros. La vida nuestra, la propia. Y allí decidimos (lo hagamos o no) qué plantamos. Y cómo. "Qué" y "cómo". Porque el "cómo" plantamos también tendrá que ver con el "qué".
¿Seremos amorosos con nuestra tierra? ¿Seremos tiernos y hondos en el plantar? ¿Cavaremos profundo para encontrar la tierra fértil, nos tomaremos el tiempo para ello? ¿Caminaremos lento para escuchar también lo que el jardín desea, lo que necesita? ¿Habitaremos el diálogo con él?
Y los mismo con nuestros vínculos
Y proyectos
Y espacios
Y tiempos
Y cuerpo
Porque (cuando no es una forma impuesta) la forma también habla del fondo. Construye el fondo, lo moldea, lo expresa y crea a la vez.
Cuando era más joven amaba la lluvia. Aún la sigo amando, pero con los años he aprendido también a dejarme entibiar por el sol, fundamentalmente el del otoño y el de la primavera.
Hace unos meses le contaba a mi terapeuta que había ido con Raquel a mi casa en Mar de las Pampas. Era otoño, había sido bello.
¿Qué hicieron? – Me preguntó.
Pensé unos segundos.
Nada – Contesté – Caminamos mucho, casi siempre en silencio o hablando de cosas sin importancia.
No es fácil eso – Me dijo
El mate, el sol que entra por la ventana, el fin de semana que comienza.