Extrañantes (una semblanza de alguien muy querido)

Sábado 6 de diciembre de 2025

Siempre sonriente, siempre genial, siempre increíble.

Así era

Siempre feliz

Siempre extraordinario

Siempre genial

(Siempre agotado)

No podía quedarse mucho, sólo lo suficiente; porque la sonrisa se le congelaba, se le agrietaba y porque la anécdota de ocasión ya no podía ser más y más desopilante y graciosa y no podía ser más y más increíble.

Y porque la carcajada tras la carcajada se le transformaba en mueca cercana al llanto y entonces aparecía, allí, justo allí, el hilo de aquello que estaba casi por verse y entonces…

… entonces se iba.

Allí donde se atisbaba lo otro, se iba.

Dejaba de ver a la gente. A la gente que sentía que le descubría la grieta sonrisesca. A la gente que sentía que no lo quería si se le descubría la grieta sonrisesca.

A la gente que lo quería.

Y así, volvía cansado a su casa, cada noche.

Y se sacaba el saco.

Y la camisa.

Y la sonrisa.

Y se sentaba en cueros sobra la cama desecha.

Y bajaba la cabeza y se tapaba el rostro.

Y lloraba en silencio casi hasta caer rendido.

(O (se) consumía)

Rendido

Agotado

Harto de tener que no ser quien también era

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¿Dónde está? Hace tanto que no lo vemos

(Siempre hablamos de él, siempre está aunque ya no venga)

Lo extrañamos, siempre lo extrañamos

¿Cómo está?

Está bien, siempre está bien